domingo, 13 de enero de 2013

Discos: nuevo sello de jazz

Rivorecords, un sello para nada standard

Diario La Nación, Sección Espectáculos, 24 de octubre de 2011

¿Qué haría usted con 13.000 dólares? Créase o no, entre todas las posibilidades que a cualquiera se le pueden ocurrir, y que son tan innumerables como disímiles, el abogado Justo Lo Prete decidió invertir ese dinero en la grabación y en la edición de tres discos de jazz de artistas argentinos, basados sólo en standards, como parte de un nuevo sello discográfico que se llama Rivorecords y que es tan original que ya tuvo su fiesta de presentación, en Vinilo, hace diez días, y que incluso tiene prevista, un poco en serio y un poco en broma, su fiesta de clausura para dentro de un año en el mismo lugar.
¿Por qué? "Este proyecto me ha dejado mucha salud en el camino y soy una persona muy escéptica", aclara casi sin sonreír Lo Prete, de 43 años, un especialista en derecho penal que trabaja desde 1992 en uno de los principales estudios jurídicos del país y que es un empedernido coleccionista de discos. Afirma tener casi 10.000, de los cuales las dos terceras partes son de jazz, y que confiesa que estuvo tan obsesionado con los discos que, por ejemplo, una vez llegó a rastrear a las 3 de la mañana por Internet, la copia usada de un álbum en Japón y que también llamó a una persona en Oregon, Estados Unidos, para tratar de comprarle un CD que perseguía desde hacía meses.
"Trastorno obsesivo compulsivo", le diagnosticó el psiquiatra cuando este abogado llegó al consultorio, preocupado porque su hobby se transformó casi en un tormento. "Ahora estoy un poco mejor -dice Lo Prete a LA NACION- porque el grado de obsesión está volcado también en esto. Este proyecto me permite canalizar toda esa energía infernal que les ponía a los discos en algo más útil para la vida cultural. Y la verdad es que desde que estoy con esto casi no me he comprado discos." ¿Se curó gracias a Rivorecords? "Es el traslado del virus a otro cuerpo. Y me alegra", destaca.

CRUDO Y JAZZ

El "esto" a lo que aludía Lo Prete son tres discos impecables no sólo desde lo musical, sino también por su calidad de sonido (a cargo de Carlos Melero y Ricardo Sanz) y su presentación (fotos de Horacio Sbaraglia y el arte de su hijo, Juan): Our Delight , de la pianista Paula Shocron en trío, con Jerónimo Carmona, en contrabajo, y Eloy Michelini, en batería; A Child is Born , del saxofonista Carlos Lastra en cuarteto, con Francisco Lo Vuolo, en piano; Christian Bórtoli, en contrabajo, y Sebastián Groshaus en batería, y What's New? , del trompetista Mariano Loiácono en quinteto, con Gustavo Musso, en saxo; Lo Vuolo, en piano,; Carmona, en contrabajo, y Pepi Taveira, en batería.
Un verdadero seleccionado de lo mejor de la generación que brilla hoy en el jazz argentino, puesta al servicio, como se dijo, sólo de standards. Pero, ¿por qué no de temas originales? Afirma Lo Prete: "Hay un concepto detrás de esto, que no es ninguna originalidad, y que era grabar standards de un modo crudo. El standard es como la raíz de todo el jazz. A mí me gustan mucho y rara vez me conmueve un disco de un músico de 25 años que saca un álbum que tiene los diez temas compuestos, arreglados y producidos por él. Hay mucha gente a la que le pasa lo mismo que a mí".
Así, aconsejado, y, a veces, desalentado, por diversos amigos, Lo Prete avanzó, eligió los músicos, los convenció de su idea, consensuó con ellos los temas, pudo grabar los tres álbums en 50 días, logró que llegaran a las bateas y ahora planea editar más discos. "Tengo como cinco proyectos en mi cabeza. No soy rico ni tengo interés en ganar un solo peso. El objetivo es quedar hecho. Mis amigos pagaron la entrada de la presentación y compraron los discos porque saben que esto no es para que yo me vaya de viaje o para cambiar el teléfono celular, sino para que este proyecto pueda seguir."
Y ojalá que siga y que se frustre la fiesta de clausura. Mientras tanto, mañana, a las 21, se presentará el disco de Lastra en Vinilo y los tres primeros lanzamientos de Rivorecords ya se ganaron el lugar en el podio de los mejores discos de jazz del año, basados en la sencilla aspiración de Lo Prete: "No trato de revolucionar, sino de que la gente escuche los standards, que son la base del jazz, y siga con ganas de escuchar".

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