domingo, 13 de enero de 2013

Entrevista con Raúl Alfonsín

Alfonsín criticó la "impericia" de Colombo

Diario La Nación, 14 de octubre de 2000

Raúl Alfonsín criticó la "impericia" del jefe de gabinete, Chrystian Colombo, por haber refutado anteayer sus polémicas declaraciones sobre la convertibilidad y haber llevado, así, el tema "a la primera plana" de los diarios.
En una entrevista con La Nación en su departamento de la avenida Santa Fe al 1600, el jefe del partido radical insistió en colocar la convertibilidad fiscal al tope de la lista de males que sufrió el país durante el siglo pasado.
Dijo que lo había sorprendido la repercusión que tuvieron sus palabras, ya que no era la primera vez que las expresaba. Sin embargo, confesó que las había lanzado como una provocación para "cambiar el eje" del debate público sobre la crisis que atraviesan el Gobierno y la Alianza.
"El día anterior, el ministro de Economía me pidió en nombre del Presidente (que no insistiera en pedir la renuncia) de Santibañes. Se suponía que yo seguía insistiendo, aunque no era así. Entonces, pensé: "Bueno, voy a buscar a los toros, que vengan un poco contra mí, voy a desplegar el trapo rojo una vez más". Digamos, cambiar el eje. Y hablé de este tema. Pero en vez de venir los toros vino la jauría", rió con ganas.
Los "toros", quedó claro (y lo explicitó luego un estrecho colaborador suyo) son, en la expresión de Alfonsín, los representantes del establishment económico.
-¿Fue consciente del revuelo que iban a generar sus declaraciones?
-Siempre he dicho que la convertibilidad es una trampa mortal a la que es fácil entrar, pero de la que es difícil salir. En toda la campaña, en todos los discursos, delante del Presidente he dicho esto. ¿Qué es lo que nos ha traído? Quince por ciento de desocupación, extranjerización de la economía, concentración de poder económico, las economías regionales liquidadas... ¿Hasta dónde? Es increíble que se me haya contestado. Increíble. (El tema) ha llegado a primera plana porque me ha contestado el propio jefe de gabinete, pero esto lo he dicho centenares de veces.
-¿Por qué le parece increíble la reacción del Gobierno?
-(Enojado) ¡Porque ya dije que no hay que sacarla (la convertibilidad)! Si yo hubiera dicho "hay que sacarla", bueno...
-Equiparó la convertibilidad con el golpe militar de 1930.
-El golpe de 1930 significó todo lo que vino después, sobre todo los desaparecidos. Económicamente, la convertibilidad nos ha traído todo esto. ¿Cómo salimos? Yo no sé. Pregúntenle a algún economista.
-Pero se sacuden los mercados...
-¡No! Que tengan más miedo a cómo repercute en la gente. Por encima de todo, no tenemos que ser maricones.
-¿Ve posible que en los próximos años se abandone la convertibilidad?
-Pregúntenle a los economistas.
-Lo habrá hablado con alguno...
-No, no consulté con nadie.
-¿Por qué cree que sus palabras causaron este efecto?
-Creo que es impericia del nuevo ministro, de quien estoy muy contento que esté en el Gobierno, y respeto y admiración por su labor. Yo le anuncié esa mañana (lo que iba a decir) y me dijo: "Yo le voy a contestar". "Contésteme, tiene todo el derecho".
-¿Le avisó antes de decir lo que dijo?
-No, después (sonrisa amplia).

EL COMPONEDOR

Su papel en la Alianza creció con la renuncia de Carlos "Chacho" Alvarez a la vicepresidencia, hace una semana. Se convirtió en un factor de equilibrio entre Fernando de la Rúa y Alvarez; es decir, entre las fuerzas que componen la coalición.
Cuando supo que el alejamiento de Alvarez era inevitable, propuso la creación de una mesa de los partidos de la Alianza y le ofreció a Alvarez su conducción.
-¿Cuál es, a esta altura, su diagnóstico sobre el estado de la Alianza?
-Soy optimista. Mi voluntad es trabajar todo lo posible por fortalecerla y profundizarla. Hemos pasado un momento de dificultades, pero estamos superándolo y supongo que en lo fundamental no va a haber ningún problema en seguir trabajando juntos.
-¿Una mesa de partidos de la Alianza implicará que De la Rúa tenga que consultar sus decisiones con usted y con Alvarez?
-No, no. Esa mesa, como yo la pienso, no es para juzgar lo que hace el Gobierno. Todavía falta concretarla. La veo integrada por los presidentes de los partidos que componen la Alianza y con el propósito de que la presida el doctor Alvarez, ya que ha sido presidente de la Nación (sic), y que cambiemos impresiones, orientemos alguna posición en el caso que nos parezca. Pero no (para) juzgar una acción de gobierno o salir con alguna declaración. Nada de eso.
-Usted habló con Alvarez esta semana. ¿De qué hablaron?
-El está tomándose un poco de tiempo para arreglar algunas cosas dentro del Frepaso, pero noté una reacción positiva de parte de él.
-Usted opinó que Santibañes debía dar un paso al costado...
-Lo que dije, reiterando lo que había dicho el ministro de Justicia (Jorge de la Rúa), es que en su momento y cuando correspondiera... cada funcionario sabía cuándo su presencia hacía bien y cuando no. Yo no pedí ninguna renuncia.
-¿Qué opina sobre la situación de Santibañes en el Gobierno?
-Ah, no le puedo decir qué va a pasar...
-¿Pero qué debería pasar?
-Es una definición que deberán tomar él y el Presidente de la Nación. Ahí sí que sería inmiscuirme en un tema que no corresponde.
-¿Y cuál es su opinión personal sobre Santibañes?
-No tengo por qué dar opiniones personales. Me impresiona como un hombre socialmente muy agradable. Creo..., estoy seguro de que es un hombre de bien. No sé qué ha hecho dentro de la SIDE, de modo que no puedo opinar sobre su tarea específica. También puedo opinar que estoy en contra de sus ideas económicas.
-De la Rúa ha dicho que dará nuevos espacios al Frepaso en el Gobierno.
-Sería muy interesante, cómo no.
-¿El radicalismo va a reclamar también más espacios?
-Creemos que para algunos cargos que estaban vacantes debe llamarse a gente del Frepaso para que realmente seamos el gobierno de coalición que tenemos que ser.
-Es decir que no va a reclamar espacios para el radicalismo.
-No, nunca he reclamado. Nunca.
-¿Justifica la decisión que tomó Alvarez?
-Es un asunto de él, yo no voy a juzgar eso.
-Pero provocó efectos institucionales y políticos.
-Y sí, problemas hubo. ¿Me lo va a decir a mí? (risas).
-¿Recibió alguna comunicación concreta de que De la Rúa esté por desprenderse de Santibañes?
-No. Me he enterado por los diarios. Se esperaba que se resolviera el problema judicial en cuanto a las presentaciones que se habían hecho al juez Liporaci de las cuentas de la SIDE, pero tengo entendido que en el acta que se firmó el propio juez aclara que las cosas están bien hechas.
Desde luego que siempre hemos tenido presente la necesidad de fortalecer la Alianza. Yo he conversado en distintas oportunidades con el Presidente. Me ha dicho que Santibañes prefiere estar en el sector privado y no en el público. También Santibañes lo ha reiterado.
-Un reciente reporte del banco de inversiones Goldman Sachs aconsejó al Gobierno desprenderse de la Alianza, mantener a Santibañes y girar hacia la derecha.
-Toda la derecha piensa algo parecido. Quieren que la Alianza cambie el signo progresista y se vaya a la derecha. Eso no va a pasar nunca. 

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