sábado, 12 de enero de 2013

Discos: Krall, Peyroux y Gardot

Tres voces femeninas en busca de su lugar en el jazz

Diario La Nación, Sección Espectáculos, 15 de marzo de 2009


Las tres competirán, una vez más, por el voto de sus seguidores. Se mueven en un mundo masculino y representan el ascenso de las mujeres decididas y capaces. Algunos no quieren ni escucharlas, pero para sus simpatizantes más fieles su voz y su presencia son la mejor garantía de felicidad. ¿Que si hablamos de Cristina Kirchner, Elisa Carrió y Gabriela Michetti? Nada que ver.
Las tres figuras de las que hablamos entonan mejor, causan más satisfacción e, incluso, sacan mejor provecho de la improvisación, ese componente clave en el jazz. Se trata de Diana Krall, Madeleine Peyroux y Melody Gardot, tres grandes cantantes que coincidirán en lanzar sus nuevos discos en las próximas semanas, al democrático ritmo de un álbum por mes.
La primera en concretar su regreso es Peyroux, cuyo flamante Bare Bones será distribuido en las próximas horas en nuestro país. El 9 de abril será el turno de Diana Krall y su esperado Quiet Nights. Y el 7 de mayo, la ascendente Melody Gardot hará conocer su segundo CD, My One and Only Thrill.
Bare Bones es el cuarto disco de Peyroux y en el que más arriesga dentro de un estilo que no se aparta de su fórmula que le permitió el éxito: una voz lánguida y con asombrosas semejanzas a la de Billie Holiday, canciones cálidas, arreglos austeros y un productor con buen ojo y mejor oído, como Larry Klein, el ex marido de Joni Mitchell.
En este disco, la cantante participó de la composición de cada uno de los once temas que lo integran, en los que compartió la tarea, en algunos casos, con Walter Becker, una de las dos caras de Steely Dan. El resultado bordea el jazz sin decidirse a quedarse allí. Por momentos, como en "Love and Treachery", suena digna del repertorio de Leonard Cohen. En otros, como en "Instead", el sonido retro remite al álbum Careless Love, que le permitió a Peyroux salir del anonimato y transformarse en algo más que en una joven promesa. Y hay, en "You Can´t Do Me", con el devaneo funky que causan ese pianito y ese Hammond tan persistentes, una evidente influencia de Becker y Steely Dan.
Peyroux, que nació en los Estados Unidos, en 1973, vivió entre los 15 y los 23 años en París, donde comenzó a cantar en bares y en las calles. De regreso a su país, fue descubierta por un gran sello discográfico y así llegó su debut con Dreamland. Su impecable Careless Love, de 2004, marcó su consagración; le siguió Half the Perfect World, de 2006, en el que se animó a versiones de clásicos de Serge Gainsbourg, Tom Waits y Willie Nelson. Y, ahora, con Bare Bones avanza otro casillero dentro de su estilo de siempre.
La rubia Krall, esposa de Elvis Costello, en cambio, mostrará en Quiet Nights, la fórmula más tradicional y reconocible de su carrera. Standards recreados con su cálida voz, con arreglos de Tommy LiPuma y arreglos orquestales del famoso Claus Ogerman. La cantante canadiense parece haberse apasionado por la bossa nova e incluye canciones de Antonio Carlos Jobim, como "The Boy From Ipanema" (claro, "Garota de Ipanema", en versión femenina) y "Este Seu Olhar". Para alcanzar el clima bossanovesco ideal, mucho ayuda la mano experta de Ogerman, que dejó su marca en el orillo de célebres discos, como Francis Albert Sinatra & Antonio Carlos Jobim y Symbiosis, del pianista Bill Evans.
Finalmente, Melody Gardot, último descubrimiento del sello Verve, pondrá a su nuevo álbum, My One and Only Thrill, varios escalones arriba de su promisorio debut, Worrisome Heart, del año pasado. Con una voz pequeña, pero seductora, esta suerte de continuadora de Norah Jones redondea un disco de once temas, con acento en composiciones propias y una magnética versión en ritmo de bossa nova del clásico "Over The Rainbow". 

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